este mundo es Jesús, muerto y resucitado, que no cesa de germinar en la tierra de los hombres. Esta raíz permanente es obra del Espíritu, que nos hace capaces de entrar en comunión con el Dios de amor y de vida.
TRES PILARES DE LA CUARESMA
Al entrar en el tiempo de Cuaresma, es decir los 40 días previos a vivir la pasión y posterior resurrección de Jesucristo, la iglesia pide a los católicos observar este tiempo de penitencia con los tres grandes pilares que son ayuno, limosna y oración.
El ayuno junto con la oración y la limosna, ha sido desde muy antiguo una práctica cuaresmal como signo de la conversión interior a la que llama Cristo a sus fieles.
EL PAPA FRANCISCO NOS DICE
“No nos cansemos de orar. Jesús nos ha enseñado que es necesario ‘orar siempre sin desanimarse’ (Lc 18,1). Necesitamos orar porque necesitamos a Dios. Pensar que nos bastamos a nosotros mismos es una ilusión peligrosa. Con la pandemia hemos palpado nuestra fragilidad personal y social. Que la Cuaresma nos permita ahora experimentar el consuelo de la fe en Dios, sin el cual no podemos tener estabilidad (cf. Is 7,9). Nadie se salva solo, porque estamos todos en la misma barca en medio de las tempestades de la historia; pero, sobre todo, nadie se salva sin Dios, porque solo el misterio pascual de Jesucristo nos concede vencer las oscuras aguas de la muerte”, advirtió el Papa.
Lic. Marco Laguatasi – Coordinador del Área de Pastoral