Las convivencias de grado: oportunidad para crecer en el amor a Dios y a nuestros hermanos

En la educación integral del ser humano se establece como encuentro y filiación la relación que tenemos con el espíritu, el alma y lo sagrado. Es el espacio apartado para facilitar los medios y lograr ese encuentro consigo mismo a través de la espiritualidad; confrontar las acciones y el comportamiento propio en la relación con los demás.
El espacio que ofrecen las convivencias realizadas en cada paralelo de nuestra Institución es una actividad en la que los estudiantes tienen la oportunidad de crecer humana y espiritualmente adaptando métodos pastorales acordes con las edades y etapas de crecimiento.
Las convivencias son una metodología que permite al niño y joven entrar en contacto con la naturaleza, con su ser, con la relación entre sus hermanos, en el silencio y en la dinámica de aprendizajes interactivos, con temáticas actuales y según el entorno que les rodea.
En las convivencias se experimentan momentos de amistad, creatividad y socialización armónica, tan necesarios para las relaciones interpersonales con base en la educación humana, cristiana y mercedaria.
La convivencia es entrar en el interior de nosotros mismos para ser mejores y servir a los demás.