La colada morada, esa icónica bebida ecuatoriana, vuelve a ser el centro del escenario en el país andino mientras se acerca la celebración del Día de los Difuntos. El sabor dulce y el inconfundible color púrpura de esta bebida, elaborada a base de maíz morado y una mezcla de frutas, y especias, evocan la esencia de las tradiciones ecuatorianas en torno a la memoria de los seres queridos fallecidos.
A medida que los hogares ecuatorianos preparan con cuidado esta ancestral receta, la colada morada no solo es un festín para el paladar, sino un vínculo emocional que conecta a las generaciones y honra las raíces culturales del país.
“No hay despedidas, dondequiera que estén, estarán en nuestro corazón”.
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