Es el centro del año litúrgico: revivimos los momentos decisivos de nuestra redención. La Iglesia nos lleva de la mano, con su sabiduría y su creatividad, del Domingo de Ramos a la Cruz y a la Resurrección.
Semana Santa


Domingo de Ramos
La entrada de Jesús en Jerusalén es la presentación que el Señor hace de sí mismo como el Mesías deseado y esperado.

Jueves Santo
Es el día grande de la institución de la Sagrada Eucaristía, del sacerdocio y el mandamiento del amor. Se acercaba el momento en el que Jesús iba a ofrecer su vida. Tan grande era su amor, que en su Sabiduría infinita encontró el modo de irse y quedarse, al mismo tiempo.

Viernes Santo
La Muerte de Jesús en la Cruz es una de las más representativas y profundas conmemoraciones del cristianismo. No se celebra misa; se tiene la “Liturgia de la Pasión del Señor” de ser posible cerca de las tres de la tarde, hora en que murió Nuestro Señor.

Sábado Santo – Vigilia Pascual
La celebración de la Vigilia Pascual en la noche del Sábado Santo, es la más importante de todas las celebraciones cristianas, porque conmemora la resurrección de Jesucristo.

Feliz Domingo de Resurrección
¡Aleluya¡ ¡Aleluya¡
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